La música ha acompañado a la humanidad desde los albores de sus civilizaciones, y así lo ha venido desvelando la antropología moderna; también la filosofía, la sociología, la economía o la historia, entre otras, nos han muestran cómo esta actividad creativa que es el musicking y su registro, ha permitido a los humanos intermediar, en cada época, con su entorno. Ya sean los ruidos naturales que nos rodean, pero también los ruidos artificiales de la modernización que colonizaron los espacios sociales, antaño naturales —máquinas, vehículos, estructuras industriales y comunicativas, etc.—, música y ruido se interconectan en tanto que lógicas comunitarias de adaptación, pero asimismo de implicación y producción performativa del espacio social y de las formas de vida cotidiana; son formas cronotópicas de estar, comprender y de mediar en el mundo.
La música ha sido y es, por tanto, una práctica/experiencia compleja; involucra a las personas individualmente de forma emocional, cognitiva, y epistémica, pero también grupal a través de su práctica y su escucha, de su “estar y vivir” en la música. Imbuyen en los cuerpos y los espacios de resonancia un fuerte entramado de producción de significados, sentimientos y experiencias estéticas que no solo son capaces de articular “momentos” y rituales sociales —como el del trabajo, el del culto o el de la celebración—, sino también incorporan un componente político.
Como afirmaba la antropóloga Victoria Sau, la canción nos da una buena medida del sujeto y las comunidades en la historia. También de la cultura, de los imaginarios sociales y los significados posibles que se tornan en orden hegemónico, en el cual determinadas músicas —estilos, géneros y armonías— se convierten en símbolo y referente común de algo para la comunidad: un espacio simbólico de identidad, identificación y representación.
Las huellas sonoras, los registros que nos quedan con las músicas grabadas y reinterpretadas desde nuestra memoria, nos hablan de lo que se transforma en dominante en los procesos de civilización, de los repartos posibles de lo sensible. Pero a su vez, también acogen esas otras músicas que han conformado y conforman una corriente disonante respecto de la hegemónica y que pueden haber quedado incluso fuera de la memoria: ruidos que poseen un fuerte “carácter destructivo”, radical, iconoclasta, tan llenos de emociones como de razón, de reflexividad y, sobre todo, de imaginación política. Hay en suma audiotopías y audiopolíticas que son, en los términos en los que describió Jacques Attali la música, “una sucesión de órdenes (...) violencia hecha por ruidos (...) que son proféticas porque crean nuevos órdenes, inestables y cambiantes”. Podemos comprender con ello la profundidad y la importancia de lo que recae en estas huellas sonoras, en tanto que monumentos de memoria colectiva, de relaciones de poder, de acción política de disidencia y de democracia.
La colección de Postmetropolis editorial Ruidos (lo que queda después de la música) acoge iniciativas de publicación sobre lo que estas músicas y sus experiencias vitales nos quedan como resonancias de nuestra historia y nuestro presente, sea desde la más habitual en forma de estudios sobre estilos, bandas musicales o artistas, a otras más experimentales que combinen el soporte papel con el audio y el video a través de nuestra web.
Suscríbete a nuestra newsletter para recibir las últimas novedades
En esta sección puedes encontrar información sobre presentaciones, reseñas de las publicaciones de Posmetropolis y otras noticias sobre nuestros textos alojadas en la red.
Si tienes algún manuscrito o trabajo de investigación sin publicar de temática relacionada con nuestras lineas de edición, puedes ponerte contacto con nosotros a través de este correo postmetropoliseditorial@gmail.com Evaluaremos tu propuesta y te responderemos ofreciendo posibles opciones de publicación.
Aquí accedes a un listado con los textos de descarga libre de la editorial en formato PDF: publicaciones completas e índices y/o introducciones de libros en papel y epubs.
Si tienes alguna duda o necesitas información sobre nuestros productos, puedes ponerte en contacto con nosotros a través de este correo postmetropoliseditorial@postmetropolis.com